Según los expertos en ginecólogía, hasta el 10% de las futuras madres presentan infecciones del tracto urinario (ITU) en algún momento de su embarazo. Es común que las madres piensen que esta infección solo afecta a la vejiga y los síntomas que la acompañan solo sean un deseo frecuente de orinar y una sensación de ardor cuando lo hace. No obstante, una ITU va más allá de eso.
En Clínica Internacional, te enseñaremos más sobre las ITU, infecciones que afectan a cualquier parte de tu tracto urinario: riñones, uréteres, vejiga y uretra.
La buena noticia es que si una ITU se detecta a tiempo, debería ser fácil tratarla con antibióticos. Sin embargo, si una futura mamá no reconoce los síntomas de una ITU (o si no tiene ningún síntoma), no sabrá que necesita tratamiento y la afección puede volverse grave. Si no se trata, alrededor del 25% de las infecciones urinarias asintomáticas se convierten en infecciones renales, potencialmente mortales para la madre y el bebé.
Para ayudar a prevenir complicaciones de una ITU, su obstetra ginecólogo revisará su orina en busca de bacterias durante su primera visita prenatal y quizás también en visitas posteriores.
¿Qué es una ITU?
Tu sistema de tracto urinario abarca la uretra, la vejiga, los uréteres y los riñones. Una infección ocurre cuando las bacterias ingresan a este sistema y se multiplican. La mayoría de las ITU son infecciones de la vejiga y no son graves si se tratan de inmediato. En caso no sea así, una infección de la vejiga puede viajar a los riñones y causar una variedad de complicaciones, que incluyen parto prematuro, un bebé con bajo peso al nacer y sepsis, conocida también como septicemia.
Las ITU generalmente son causadas por bacterias de la piel, la vagina o el recto que ingresan a la uretra y suben hasta alcanzar los otros órganos.
Causas de una ITU
Ya sea que estés o no embarazada, el sexo es el culpable más común de las infecciones urinarias ya que las bacterias del colon y la vagina pueden ingresar a la uretra durante los juegos previos y las relaciones sexuales.
Otras causas de infección de las vías urinarias son la micción poco frecuente debido a que al orinar se eliminan eficazmente los gérmenes de la vejiga y la uretra, y se reduce la presencia de anomalías del tracto urinario o afecciones crónicas como la diabetes.
Vale mencionar que el embarazo no causa una ITU. Luego de todo, solo 1 de cada 5 mujeres desarrolla una ITU en toda su vida. Eso sí, los cambios físicos que ocurren durante la gestación pueden volver a una madre más vulnerable o susceptible a las infecciones. Por ejemplo, los cambios hormonales crean el ambiente ideal para la proliferación de una de las bacterias que causan una ITU, el Escherichia coli (E. coli). El aumento de la progesterona hace que los músculos que recubren las uretras se relajen, lo que puede permitir que las bacterias se eleven hacia la vejiga y los riñones, algo que sucede con mayor facilidad que cuando no estás embarazada. El crecimiento de tu útero también puede evitar que descargues toda la orina acumulada en tu vejiga, dejando bacterias libres para multiplicarse.
Síntomas de las ITU
Algunas mujeres gestantes no experimentan ningún síntoma en absoluto; tienen lo que se llama UTI asintomáticas. Tu ginecólogo(a) detectará infecciones urinarias asintomáticas en su primera cita prenatal (y quizás también en visitas posteriores). Si tiene una infección urinaria sintomática, puedes presentar los siguientes síntomas:
- Urgencia urinaria, lo que significa un impulso rápido y repentino para orinar
- Dolor o sensación de ardor al orinar
- Orina maloliente u oscura
- Orina con presencia de sangre
- Dolor en el área del hueso púbico
Tratamiento
La buena noticia es que la mayoría de las ITU son fáciles de tratar, incluso cuando estás embarazada. Aunque hay algunos medicamentos que las mujeres embarazadas deben evitar, la mayoría de los antibióticos son seguros. Tu doctor sabrá qué antibióticos evitar: la elección del antibiótico depende de las alergias de la mujer y el trimestre de embarazo en el que se encuentre.
Prevención
No existe una forma infalible de prevenir las infecciones del tracto urinario, pero existen varias medidas preventivas que puedes seguir para ayudar a minimizar las posibilidades de que se presenten.
- Ten una buena higiene. Límpiate de adelante hacia atrás después de orinar para evitar la propagación de bacterias.
- Mantente hidratada. Orinar es una manera efectiva de eliminar los gérmenes de la vejiga y la uretra. Intenta beber muchos líquidos al día.
- Orina antes y después del sexo. Esto ayudará a eliminar las bacterias genitales.
- Orina con frecuencia. Cuando sientas el impulso de orinar, hazlo inmediatamente. No te aguantes y espera unos minutos extra para asegurarte de haber vaciado por completo la vejiga.
- Cuida tu dieta. La cafeína y el chocolate son algunas de las sustancias que pueden irritar la vejiga. Una inflamación provocará que las bacterias sean más propensas a quedarse.
En Clínica Internacional contamos con la especialidad de Ginecología, en donde podrás cuidar tu salud y la de tu bebé en camino. Si deseas reservar una cita con alguno de nuestros especialistas en ginecología, puedes hacerlo a través de nuestra sección Citas en Línea.