Pueden pasar semanas o meses sin que presentes algún síntoma de tu asma. Pero, ¿qué ocurre si de repente empiezas a sentir una opresión en tu pecho, no dejas de toser, y se te hace más difícil respirar? Probablemente estés teniendo un ataque de asma, o también llamada crisis asmática.
Si bienes cierto que muchas personas sufren de esta condición desde pequeñas, llega un momento en el que los ataques se vuelven mucho más fuertes y serios. Para evitar eso, debes saber cómo detectar y actuar ante esta situación.
En el siguiente artículo de Clínica Internacional, aprenderás más acerca del asma, cuáles son sus desencadenantes y cómo deberías responder si comienzas a tener un ataque de asma.
¿Qué es el asma?
No hay una causa única para el asma, pero lo que sí se conoce es que es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias.
Las causas pueden variar de persona a persona. Sin embargo, una cosa es coherente: cuando las vías respiratorias entran en contacto con un desencadenante, se inflaman, se estrechan y se llenan de moco.
Desencadenantes del asma
Algunos desencadenantes conocidos de los ataques de asma incluyen:
- Alergias
- Alimentos y aditivos alimentarios
- Ejercicio
- Acidez
- Fumar
- Sinusitis
- Clima
- Polvo, polen o humo
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¿Qué es un ataque de asma?
Un ataque de asma es un empeoramiento repentino de los síntomas del asma. Es causado por la contracción o espasmo de los músculos que forman parte de las vías respiratorias (broncoespasmo).
Adicionalmente, durante el ataque de asma, el revestimiento de las vías respiratorias también se inflama y se produce una mucosidad más gruesa de lo normal.
Todos estos factores (el broncoespasmo, la inflamación y la producción de moco) causan los síntomas de un ataque de asma, como lo son:
- Dificultad para respirar
- Sibilancias severas al inhalar y exhalar
- Tos
- Dificultad para hablar o realizar actividades diarias normales
- Respiración muy rápida
- Opresión o presión en el pecho
- Músculos tensos del cuello y el pecho, llamados retracciones
- Sensación de ansiedad o pánico
- Cara pálida y sudorosa
- Labios o uñas azules
Los ataques leves de asma son generalmente más comunes. La gravedad de una crisis asmática puede aumentar rápidamente, por lo que es importante tratar estos síntomas inmediatamente una vez que los reconozcas.
Algunas personas con asma pueden pasar períodos prolongados sin tener un ataque u otros síntomas, pero suelen empeorar debido a la exposición a factores desencadenantes, como el ejercicio o la exposición al aire frío.
¿Cómo tratar un ataque de asma?
Si sufres de asma y presentas alguno de estos síntomas, usa tu inhalador de rescate (salbutamol o el que te indique tu médico) e intenta mantener la calma.
No obstante, si observas que los síntomas están empeorando y empiezas a tener respiraciones cortas y rápidas, no puedes dejar de toser, presentas problemas para caminar o hablar y sientes presión en los músculos de tu cuello y pecho, dirígete a un centro de salud de inmediato.
Recuerda que un ataque de asma puede ser una situación muy grave y potencialmente mortal, y no debes perder tiempo.
En el hospital o clínica, lo más probable es que recibas medicaciones vía oral o intravenosa (corticosteroides), así como oxígeno si es necesario. Tu progreso será monitoreado a través de mediciones de flujo máximo, espirometría y oximetría. De esta manera, el servicio médico sabrá con exactitud tus niveles de oxígeno.
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¿Qué sucede si un ataque de asma no se trata?
Sin la medicación y el tratamiento inmediatos para el asma, tendrás más dificultades para respirar y las sibilancias podrían aumentar.
A medida que tus pulmones continúan sintiendo presión durante un ataque de asma, puede que no haya suficiente movimiento de aire para producir sibilancias. Esto se convertiría en una señal peligrosa y deberás ser trasladado a un centro médico cercano inmediatamente: estás teniendo una crisis asmática grave.
Desafortunadamente, algunas personas interpretan la desaparición de las sibilancias durante el ataque de asma como un signo de mejoría y no reciben la atención adecuada.
En estos casos, es posible que eventualmente no puedas hablar y comiences a desarrollar una coloración azulada alrededor de tus labios. Este cambio de color, conocido como «cianosis», significa que cada vez hay menos oxígeno en tu sangre.
Sin un tratamiento inmediato en una sala de emergencias o en una unidad de cuidados intensivos, puedes perder el conocimiento y eventualmente morir.
Por lo general, las vías respiratorias se abren de unos pocos minutos a unas pocas horas después del tratamiento. Los ataques de asma grave son menos comunes, pero duran más y requieren asistencia médica inmediata.
Es importante reconocer y tratar incluso los síntomas leves de un ataque de asma para ayudarlo a prevenir episodios graves y mantener el asma bajo control.
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