La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurológico en el cual la muerte de las células cerebrales causa pérdida de memoria, deterioro cognitivo y cómo una persona actúa o se comporta. Esta condición neurodegenerativa, es el tipo más común de demencia. Según nuestros especialistas en neurología, aunque al principio los síntomas son leves, estos se vuelven más severos con el paso del tiempo.
En el siguiente artículo de Clínica Internacional, podrás aprender algunos consejos que te servirán de mucha ayuda en caso tengas un familiar cercano que sufra de Alzheimer, pero antes, conoce un poco más sobre esta condición neurológica.
Una persona con Alzheimer eventualmente necesitará asistencia a tiempo completo.
Causas y Factores de Riesgo
Como todos los tipos de demencia, la enfermedad de Alzheimer es causada por la muerte progresiva de las células cerebrales. A comparación con una persona normal, un paciente con Alzheimer tiene un tejido cerebral con menos conexiones y células nerviosas.
Los factores de riesgo inevitables para desarrollar Alzheimer incluyen:
- El envejecimiento
- Un historial familiar con Alzheimer
- Lesiones cerebrales traumáticas graves o repetidas
Los factores que pueden ayudar a prevenir el Alzheimer incluyen:
- Ejercitarse regularmente
- Tener un sistema cardiovascular saludable
- Manejar el riesgo de sufrir de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad y presión arterial alta
- Seguir una dieta variada y saludable
- Participar en el aprendizaje permanente y la formación cognitiva
Síntomas
Si has experimentado un declive en la función y el desempeño cognitivo o conductual en comparación con la forma en que te encontrabas anteriormente, es recomendable acudir a un centro de salud para descartar que sufras de Alzheimer. Esta disminución de tu desempeño puede interferir con tu capacidad para funcionar en el trabajo o en las actividades habituales.
El deterioro cognitivo debe presentarse en al menos dos de las cinco áreas que te enumeraremos a continuación:
1. Capacidad reducida de asimilar y recordar nueva información, que puede conducir; por ejemplo, a:
- Realizar preguntas o conversaciones repetitivas
- Extraviar objetos personales
- Olvidar eventos o citas
- Perderte en una ruta familiar (es decir, que ya conoces)
2. Deficiencias en el razonamiento y para realizar tareas complejas; por ejemplo:
- Pobre entendimiento de los riesgos de seguridad
- Incapacidad para administrar las finanzas
- Mala capacidad para tomar decisiones
- Incapacidad para planificar actividades complejas o secuenciales
3. Habilidades visoespaciales deterioradas que no se deben; por ejemplo, a problemas de visión. Estos podrían ser:
- Incapacidad para reconocer caras u objetos comunes o encontrar objetos a plena vista
4. Discapacidad para hablar, leer y escribir, por ejemplo:
- Dificultad para pensar en palabras comunes mientras habla
- Errores de discurso, deletreo y escritura
5. Cambios en la personalidad y el comportamiento, por ejemplo:
- Cambios de humor anormales que incluyen agitación, apatía, aislamiento social o falta de interés, motivación o iniciativa
- Pérdida de empatía
- Comportamiento compulsivo, obsesivo o socialmente inaceptable
Es más probable que sufras de Alzheimer cuando la pérdida de memoria es un síntoma prominente, especialmente en el área de aprendizaje y recordando nueva información. Los problemas de lenguaje también pueden ser un síntoma temprano clave, por ejemplo, intentar esforzarse por encontrar las palabras correctas que quieres decir.
Etapas
La progresión del Alzheimer se puede dividir en tres etapas principales:
- Preclínico, antes de que aparezcan los síntomas
- Deterioro cognitivo leve, cuando los síntomas son leves
- Demencia
Se suelen describir siete etapas a lo largo de un continuo de deterioro cognitivo, basado en la gravedad de los síntomas. La escala varía desde un estado sin deterioro, hasta un declive leve y moderado, que finalmente alcanza un «declive muy severo». Por lo general, un diagnóstico no se aclara hasta la etapa cuatro, que se describe como «Alzheimer leve o incipiente».
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Alzheimer vs demencia
La demencia es un término general para una variedad de condiciones que implican una pérdida del funcionamiento cognitivo. El Alzheimer es el tipo más común de demencia e implica placas y nudos que se forman en el cerebro.
Otros tipos de demencia incluyen la enfermedad de Huntington, la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Vale mencionar que las personas pueden tener más de un tipo de demencia.
Diagnóstico
Tu neurólogo observará tus signos y síntomas, revisará tu historial médico y descartará otras afecciones antes de realizar un diagnóstico final.
Una de las maneras para verificar tu función neurológica es evaluando tu equilibrio, sentidos y reflejos. Otras evaluaciones pueden incluir una prueba de sangre u orina, una tomografía computarizada o una resonancia magnética del cerebro.
Después de descartar otras condiciones posibles, tu neurólogo llevará a cabo pruebas cognitivas y de memoria para evaluar tu capacidad para pensar y recordar.
Tratamiento
Aún no existe una cura para el Alzheimer debido a que la muerte de las células cerebrales no se puede revertir. Sin embargo, existen intervenciones terapéuticas que pueden facilitar que las personas puedan vivir con la enfermedad. Los siguientes son elementos importantes para la atención del Alzheimer:
- Manejo efectivo de cualquier condición que ocurra junto con la enfermedad de Alzheimer
- Actividades y programas de cuidado
- Participación en grupos de apoyo
¿Qué debo hacer si vivo con un familiar con Alzheimer?
En primer lugar, debes saber que tu familiar con Alzheimer presentará cambios comunes de personalidad y comportamiento que pueden incluir:
- Enfadarse y preocuparse más fácilmente
- Actuar deprimido o no interesado en las cosas
- Esconder cosas o creer que otras personas están escondiendo cosas
- Imaginando cosas que no están ahí
- Golpearte a ti o a otras personas
- No entender lo que él o ella ve o escucha
También puedes notar que tu familiar deja de preocuparse por su aspecto: deja de bañarse y quiere usar la misma ropa todos los días.
Otros problemas en tu entorno pueden afectar el comportamiento de tu familiar. Demasiado ruido proveniente de la televisión, radio o muchas personas hablando pueden causarle frustración y confusión.
Mantén todo simple
Debes saber bien que no puedes detener los cambios relacionados con el Alzheimer en la personalidad y el comportamiento de tu familiar, pero puedes aprender a lidiar con ellos. Aquí hay algunos consejos que te servirán muchísimo para cuidar a esa persona que tanto estimas:
- Mantén las cosas simples; pregunta o di una cosa a la vez.
- Ten una rutina diaria, para que la persona sepa cuándo ocurrirán ciertas cosas.
- Asegúrale a tu familiar que él o ella está a salvo y que tú estás allí para ayudarlo.
- No discutas o trates de razonar con la persona.
- Trata de no mostrar tu frustración o enojo. Si te molesta algo, respira profundamente y cuenta hasta 10.
- Trata de contarle algunos chistes cuando puedas.
- Sal a caminar con él/ella. Proporciónale zapatos cómodos y resistentes. Asimismo, ofrécele bocadillos livianos para que coman mientras caminan. Asegúrate de que tengas suficiente líquido para beber.
- Intenta usar música, cantar o bailar para distraer a tu familiar con Alzheimer.
- Pide que te ayude con algunos quehaceres del hogar; por ejemplo, “ayúdame a poner la mesa » o «necesito que me ayudes a doblar la ropa».
Hable con el médico o neurólogo encargado de tratar a tu familiar en caso se presenten problemas como golpes, mordiscos, depresión o alucinaciones.
En Clínica Internacional contamos con la especialidad de Neurología, en donde podrás tratar los distintos trastornos que afectan al sistema nervioso. Si deseas reservar una cita con alguno de nuestros especialistas en Neurología, puedes hacerlo a través de nuestra sección Citas en Línea. Estaremos más que felices de atenderte.
Traducido y adaptado de: Medicalnewstoday.com