Con tantos productos deliciosos disponibles durante los meses de verano, debería ser fácil obtener las porciones diarias recomendadas de frutas y verduras. Nuestros especialistas en Nutrición los recomiendan para evitar la deficiencias de vitaminas y minerales; además, de protegerte contra enfermedades cardíacas, diabetes, hipertensión, obesidad, entre otras afecciones.
En el siguiente artículo de Clínica Internacional, compartiremos contigo una lista de comidas saludables para el verano, muchos de los cuales podrás disfrutar.
1. Agua
Para una buena alimentación en verano, el agua es imprescindible. Ayuda a mantener tu cuerpo hidratado, lo cual es importante para que todos tus sistemas corporales funcionen correctamente. Mantiene los tejidos húmedos y las células sanas, al igual que elimina toxinas y desechos.
Gracias a este fluido, regularás tu temperatura y prevendrás la deshidratación. ¿Cuánta agua es suficiente? Dependerá de tu estilo de vida, tus hábitos y el funcionamiento de tu cuerpo, pero es recomendable beber de 2 a 3 litros por día.
2. Mangos
Si te preguntas qué comer en verano, entonces los mangos tienen la respuesta. Estas frutas son ricas en vitaminas A y C. Si comes una taza de mangos en rodajas, ya habrás cubierto aproximadamente el 25% de tu ingesta diaria recomendada de vitamina A (buena para la vista) y aproximadamente el 75% de tus necesidades diarias de vitamina C (buena para tu sistema inmunológico).
Asimismo, los mangos son ricos en fibra (lo que te ayudará a sentirte lleno por más tiempo), altos en potasio (que ayuda a la salud del corazón) y bajos en calorías, grasas, sodio y colesterol.
3. Arándanos
Los arándanos son buenos para la salud. Estas pequeñas bayas están cargadas de vitamina C, polifenoles y antioxidantes. Una porción de esta fruta contiene casi una cuarta parte de las necesidades diarias recomendadas de vitamina C para ayudar a mantener un sistema inmunológico saludable.
Los arándanos pueden reducir tu riesgo de desarrollar placas dañinas en las arterias, lo que a su vez disminuye tus probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Incluso los polifenoles, que es lo que provoca que los arándanos tengan ese color azulino, pueden ayudar a mantener los huesos sanos.
Los antioxidantes de estas frutas reducen el riesgo o retrasan el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, eso sin mencionar que regulan los niveles de azúcar en la sangre.
4. Paltas
La palta está presente en las ensaladas y en los aderezos por todos los beneficios que brinda como la fibra, las vitaminas B5, B6, C, K, el ácido fólico, el potasio y los antioxidantes. Esta fruta contiene grasa, pero de la buena. La mitad de una palta contiene 15 gramos de grasa no saturada o monoinsaturada.
La grasa no saturada ayuda a mejorar los niveles de colesterol y a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
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5. Pepinos
Puedes ponerlos en tus ojos para ayudar a reducir el enrojecimiento y la hinchazón, incluso si los colocas en agua para agregar un toque de sabor a una bebida fría. Además, son perfectos para una sabrosa merienda alta en fibra y baja en calorías.
Lo que quizás no sepas es que los pepinos también son una gran fuente de betacaroteno, potasio, magnesio y sílice, así como vitaminas C, K y B5, lo que significa que pueden ayudar a bajar la presión arterial, mantener tu piel hidratada, y conservar sanos los tejidos conectivos de tu cuerpo.
Asegúrate de comer la piel (bien lavada) y las semillas, porque allí es donde encontrarás la mayor explosión de nutrientes.
6. Tomates
Cortar 1 tomate crudo de tamaño mediano para tu ensalada a la hora del almuerzo te proporciona hasta el 40% de tu ingesta diaria recomendada de vitamina C y el 20% de vitamina A, todo por solo alrededor de 35 calorías y cero grasas.
Los tomates son una buena fuente de vitaminas A, C y E, así como de ácido fólico y potasio. Y además de estar repleto de vitaminas y minerales, pueden ser potentes antioxidantes, antitrombóticos, antiinflamatorios y, potencialmente, anticancerígenos. Estas frutas son una buena opción para las ensaladas frescas de verano.
7. Frijoles y Legumbres
Es recomendable incluir al menos 3 tazas de frijoles o legumbres en tu menú de verano. Los frijoles negros, las lentejas, los garbanzos, entre otros, son buenas fuentes de antioxidantes para la salud celular, así como de vitaminas B, ácido fólico, calcio, hierro, potasio y proteínas.
Los frijoles y las legumbres contienen altos niveles de fibra soluble, un tipo de fibra asociada con la salud del corazón, niveles más bajos de colesterol, regulación del azúcar en la sangre y pérdida de peso.
Todos estos alimentos clásicos del verano son excelentes opciones para mantenerte saludable e hidratado durante los meses más calurosos del año.
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